¿Cuántas veces nos hemos visto obligados a interrumpir una lectura al darnos cuenta de que una palabra estaba mal acentuada? ¿O que faltaban signos de puntación? Son detalles que saltan a la vista y que pueden estorbar a quien esté enfrascado en una buena lectura.
La corrección ortotipográfica tiene en cuenta estos factores pero va mucho más allá. Se trata de una revisión centrada principalmente en la ortografía y la tipografía, pero también hace hincapié en otros elementos de un texto —particiones de palabras a final de línea, sangrado de párrafos, uso de mayúsculas y minúsculas, repeticiones, índices, cabeceras, notas…— todos los elementos que componen un texto y que le dan coherencia haciendo que el lector tenga una experiencia profunda de lectura sin distracciones.
¿Cuántas veces nos hemos visto obligados a interrumpir una lectura al darnos cuenta de que una palabra estaba mal acentuada? ¿O que faltaban signos de puntación? Son detalles que saltan a la vista y que pueden estorbar a quien esté enfrascado en una buena lectura.
La corrección ortotipográfica tiene en cuenta estos factores pero va mucho más allá. Se trata de una revisión centrada principalmente en la ortografía y la tipografía, pero también hace hincapié en otros elementos de un texto —particiones de palabras a final de línea, sangrado de párrafos, uso de mayúsculas y minúsculas, repeticiones, índices, cabeceras, notas…— todos los elementos que componen un texto y que le dan coherencia haciendo que el lector tenga una experiencia profunda de lectura sin distracciones.